En los últimos meses son muchas las personas que nos preguntan sobre la mejor opción de invertir. En concreto nos preguntan por la opción de invertir en la compra de un piso en Zamora o comprar piso en Toro, o incluso comprar un adosado en Valladolid.
Naturalmente esta pregunta lleva trampa asociada y lo que realmente quieren que les conteste, es que les diga cosas como » esto está fatal», «no inviertas en pisos,etc,etc».
Pero esta no es mi respuesta. Como no quiero entrar en un tedioso debate les digo que pueden hacer tres cosas:
1-Invertir en un plazo fijo que como mucho le dará una rentabilidad un poco superior a la inflacción. Eso sí, si descontamos el 21% de los beneficios que hay que pagar a Hacienda, quizá la cuenta no salga.
2-Invertir en bolsa. Pero en bolsa nadie sabe invertir, incluido los que viven de ella, porque si así fuera estarían todos jubilados disfrutando de sus ganancias en el Caribe y no estresados como están. Es más, antes que invertir en bolsa yo recomiendo invertir en alguna casa de apuestas, la probabilidad de ganar es la misma que en la bolsa, pero por lo menos disfrutará con la adrenalina de las carreras de caballos o con una apasionante tarde de domingo futbolera.
3-Invertir en la compra de un piso. Sí, he dicho comprar un piso. Y si encima Ud no tiene piso en propiedad, ni se lo piense. Hay que recordar el axioma de comprar cuando está barato y vender cuando sube. Ahora está barato, pero es que además los costes asociados a la construcción están subiendo. ¿ Cómo se entiende esto?, porque las materias primas de la construcción están íntimamente relacionadas con el petróleo y con este al alza, todos los precios suben. Por otro lado los convenios de la construcción recogen subidas de salarios que como mínimo garanticen la inflacción.
Además el nuevo código técnico pensado para épocas de precios al alza, incluye una serie de conductas en la construcción que incrementan de salida las viviendas en un 5%.
Con el coste de materias primas y de salarios al alza, la única variable que queda es el precio del suelo.
La producción de suelo urbano es cara y a largo plazo, por tanto ahora mismo ninguna empresa está en condiciones de afrontar un desarrollo urbanístico. Por tanto los únicos suelos donde construir son los ya urbanos.
Y estos suelos urbanos fueron comprados en una época de bonanza económica y a unos precios excesivamente altos, es decir, no hay margen de maniobra para abaratar el coste del mismo.
Con todo lo anterior se deduce que en el futuro las nuevas construcciones saldrán a precios más caros que las actuales, por tanto ¿ cuándo es mejor comprar, hoy o mañana?.
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